Barrios, es un largometraje de ficción. Una producción de carácter independiente basada en hechos reales.
Nos propusimos en recrear modestamente ciertas problemáticas de la juventud que acarrean hechos de violencia, de marginalidad, abandono, amor, amistad y supervivencia. Nuestros amigos se van sumergiendo en los diferentes paisajes y contextos sociales y urbanos que ofrecen los diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. En algunos casos encontrarán escapatorias y en otros, abrazados por la desesperación, improvisarán caminos alternos a este laberinto que los llevarán por caminos jamás imaginados y hasta sin retorno.
Una introducción a
la lógica de Barrios.
Barrios
es una película donde se debate siempre la disyuntiva entre
diferentes caminos. ¿Pero qué representan esos caminos? Ni el bien,
ni el mal; son caminos que alimentan la experiencia, es “la escuela
de la vida”, es el escenario natural urbano que nos pone a prueba, donde las opciones parecieran
ser obra del destino o consecuencias de las propias decisiones.
Los
pibes, en esta efímera aventura de fin de semana, comienzan a
entender que la vida esconde ese misterio: ¿es Dios que juega con
nosotros? Se preguntan. ¿Es la desigualdad del sistema que nos obliga a
encontrarnos y encontrar otros? Nos preguntamos. ¿Qué papel jugamos en todo esto? Si
bien estas preguntas no se hacen explícitas en los personajes, el
juego alegórico de la religión judeo
– cristiana y la
oposición entre los dichosos y los desdichados pone de manifiesto los
lugares que vamos tomando en la vida. Y cómo convivimos con esta dicotomía.
A
medida que la película avanza, que los pibes van trazando el camino
por diferentes barrios, van destapando las miserias ajenas y las
propias, van reflexionando de manera superficial y a veces profunda.
Vamos descubriendo, como espectadores, como cómplices de su
aventura, que el camino que emprenden es recién el comienzo de algo
mucho más largo. Y que, de alguna manera lo saben, entendiendo
también, finalmente, que las huellas de su pasado errático, los van
a perseguir durante este largo proceso, a pesar de que puedan
cambiar.
Puede ser este un viaje, no sólo material, sino un viaje de ensueños, un destino hacia lo salvaje, tras las huellas de lo animal que ha quedado bajo el manto de las viciadas costumbres urbanas; los instintos, la supervivencia y el espíritu de libertad tienden a exceder aquel sueño. La oportunidad de emerger de lo que han hecho de ellos a algo genuino, pero peligroso, a su vez, es la incontrolable animalidad.
Cada paso que van dando los personajes, es una entrada sin retorno a
un camino circular donde no tienen más opciones que optar en
cómo van a encarar estos nuevos desafíos.
